LEMA

! POR LA LIBERACION ECONÓMICA, CULTURAL Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS !







16 septiembre 2011

¿CUANDO SURGE EL TERRORISMO EN MÉXICO?

      ¿CUANDO SURGE EL TERRORISMO EN MÉXICO?





El irracional incendio al Casino Royalty de la Ciudad de Monterrey, que ocasiono 53 muertos, fue catalogado por el gobierno como un acto de terrorismo, lo cual muestra hasta dónde ha llegado el crimen organizado en México.

Pero al igual que estas 53 víctimas, también podríamos decir que han pasado por un estado de terror los más de 50 mil muertos que se han producido en lo que va de este trágico sexenio, y no tan solo los fallecidos en forma violenta, sino también sus familias.

Ante esta terrible situación de violencia que vive hoy el País, nos preguntamos ¿cuándo surgió esta pesadilla?, y al ver que en muchas de estas bandas de delincuentes  participan elementos que han sido miembros de la policía o del ejercito, nos damos cuenta que precisamente ahí está el origen de este grave problema.

En el libro “Huellas sin Castigo” del investigador y escritor Fritz Glockner,  Kate Doyle menciona en un reportaje para la revista Proceso (1388),  narra que desde el inicio del sexenio de Echeverria, el entonces secretario de Relaciones exteriores, sostuvo un encuentro en la embajada norteamericana y externo su interés para que un grupo de mexicanos participara en cursos de entrenamiento en Estados Unidos, en defensa personal, control de multitudes, contrainsurgencia, disolución de manifestaciones y motines. El coronel Manuel Díaz Escobar quien estaba a cargo de un grupo de individuos conocido como “Halcones” es comisionado para hacer realidad los acuerdos.

La embajada norteamericana, con pleno conocimiento de la existencia del grupo paramilitar, llega a realizar un cálculo de que está integrado por aproximadamente hasta dos mil elementos, considerados como tipos duros. Para la embajada  existía cierto grado de preocupación de que los jóvenes entrenados pudieran actuar fuera de la ley, sin embargo el primer grupo parte a Washington el 8 de marzo de 1971, más tarde se incorpora un segundo equipo.  A partir de esas fechas ha sido permanente el que miembros de las diferentes policías y del ejercito, sean entrenados en EE.UU., G.B., Israel, Argentina, y Chile.

Una vez ocurridos los acontecimientos del 10 de junio un alto funcionario de la embajada norteamericana, informa en un comunicado; “Es un hecho confirmado de que los halcones son un grupo represivo financiado, organizado, entrenado y armado oficialmente, cuyo principal objetivo desde su fundación en septiembre de 1968, ha sido controlar a los izquierdistas y a los estudiantes opositores al gobierno”.

Los halcones, el batallón Olimpia, la brigada blanca, etc. fueron grupos creados por el Estado para reprimir y aterrorizar al pueblo, y son precisamente en estos grupos paramilitares dónde se incubaron las diferentes bandas que hoy azotan el territorio nacional.

A nivel internacional, el terrorismo también se ejerció en contra del pueblo Chileno y su presidente Allende en 1973, y en general por las dictaduras militares que fueron alentadas por la CIA, así como en las guerras de agresión contra pueblos como Irak, Afganistan y ahora Libia.

Igual que como al gobierno norteamericano quien creó y fomentó  bandas terroristas tipo Al Qaeda, y que se les revirtió el 11 de septiembre del 2001, también el Frankestein que fueron creando los diversos gobiernos  priistas y panistas, se revierte hoy contra toda la Sociedad. Tanto es condenable el terrorismo del crimen organizado, como el terrorismo de Estado.



¡POR LA LIBERACIÓN ECONÓMICA, CULTURAL Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS¡


¿QUÉ HAY QUE CONMEMORAR
UN 11 DE SEPTIEMBRE?
Marcos Roitman Rosenmann
(Ataque al Palacio de la Moneda en Chile 11/09/73)

Los recordatorios incitan a reflexionar. Son actos de unidad en torno a un sentimiento, las más de las veces ligado a un hecho desgarrador cuyos efectos pasan a formar parte de una memoria histórica, de un imaginario social. Batallas, asesinatos, golpes de Estado, independencia política, atentados o catástrofes naturales son parte de una larga lista de circunstancias capaces de cohesionar a un colectivo en torno a una idea de nación, valores e identidad colectiva. Cada celebración es un devenir con pista de ida y vuelta. Está sometido a interpretaciones contradictorias. Unas lo justifican, otras lo rechazan.

Cuando hablamos del 11 de septiembre, seguramente los nacidos en los años noventa del siglo pasado visualizarán el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono en 2001. Ingenuamente, podríamos preguntarnos, ¿acaso existe otro?; y si lo hubiese: ¿tiene el mismo calado mundial?

La existencia de otros 11 de septiembre ocurridos en el siglo pasado tal vez no supere las barreras de una historia provinciana, regional o tal vez impactante, pero de corto recorrido. Pocos y cada vez menos, tendrán en sus mentes, al hablar de un 11 de septiembre, el golpe de Estado que derrocase, en 1973, al gobierno constitucional de Salvador Allende en Chile. Pero ambos acontecimientos se entrecruzan y tienen explicaciones complementarias. Para los estadunidenses, con honrosas excepciones, Chile, la Unidad Popular y Salvador Allende no signifiquen nada. Aunque para los chilenos, el 11 de septiembre de 2001 supone un punto de inflexión en su propia historia. Tal vez un ajuste de cuentas donde es necesario guardar luto y expiar culpas.

Los chilenos no pueden olvidar su 11 de septiembre. Hoy padecen sus consecuencias. Las fuerzas armadas lo consideraron la segunda independencia, la liberación del comunismo. Banderas en los balcones le dieron la bienvenida. Brindis con champan y vítores al ejército simbolizaban, ese martes sangriento, el reconocimiento de la burguesía, los terratenientes y la oligarquía a los alzados. Nunca dejaron de pensar que eran los legítimos dueños de Chile. Después de tres años de gobierno popular volvían a recuperar su poder.

Sin embargo, para la mayoría del pueblo chileno, el bombardeo al palacio presidencial inauguró una era de asesinatos, torturas, exilio, desaparecidos y violación de los derechos humanos. Significó la pérdida de la democracia, de la libertad política conseguida con mucho esfuerzo. Ya nada sería igual, instaurándose un régimen de oprobio, muerte, corrupción y desigualdad.

El Chile actual parece olvidar esta circunstancia. Al menos su clase política. Sin memoria, sin dignidad ni ética, prefiere mirar hacia otro lado. No quieren recordar el origen espurio que les ata al golpe de Estado, al mantener vigente la Constitución elaborada por el pinochetismo en 1980. De nada sirve ocultarlo con reformas de segundo orden, como las realizada durante la administración de Ricardo Lagos. Los partidos de la concertación y la derecha no han roto el cordón umbilical con el útero materno, la tiranía. Sus miembros se sienten cómodos matando al pueblo mapuche y reprimiendo al movimiento estudiantil con las mismas armas de la tiranía, la ley antiterrorista de 1984.

Tampoco, los poderes del Estado, el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial han tenido voluntad política para que se juzgue a los responsables de crímenes de lesa humanidad. Todos se han inhibido, se han lavado las manos y justificado, en nombre de una modélica transición pactada con las fuerzas armadas, la impunidad de muchos militares y civiles que hoy caminan libres por las calles de Chile. Han agachado la cabeza y se han sometido a los señores del dinero y las armas. Para llevar a cabo este plan han amordazado la crítica. Han eliminado cualquier posibilidad de libertad de prensa. Mejor que no exista, no sea que se desvele la ignominia o se sepa la verdad, tras décadas de contar y vivir en la mentira.

Este 11 de setiembre, para la clase política chilena, es mejor que pase de puntillas. Mejor reinterpretarlo como un punto negro, superado por la historia, gracias a la buena voluntad de todos los chilenos. Mejor hacer tabula rasa y hablar del otro 11 de septiembre que inauguró el siglo XXI y mostrar solidaridad con el pueblo estadunidense. Siempre es mejor llorar y guardar luto por las víctimas ajenas y no por las propias. El gobierno de Sebastián Piñera ni siquiera guardará un minuto de silencio por las víctimas del golpe de Estado. Pero tampoco en Estados Unidos la conmemoración tendrá ribetes muy distintos. Habrá actos oficiales, discursos y recuerdos a las víctimas, las únicas reconocidas, veneradas y sentidas, las suyas. Tampoco habrá un minuto para recordar los muertos en Irak y Afganistán. El 11 de septiembre de 2001 fue una buena excusa para inaugurar la lucha contra todo pueblo, movimiento que no se postrase a las pies de George W Bush.
 
¿Cómo se explica la guerra contra Irak o la actual presencia de tropas estadunidenses y de sus aliados en Afganistán?. Ninguna de estas dos preguntas tiene respuesta si no es dentro del contexto de los atentados a las Torres Gemelas y la posterior estrategia del gobierno estadunidense para mantener su hegemonía militar en el planeta.
  


LA CRISIS Y LA  SITUACIÓN ACTUAL

En estos momentos en el mundo dos acciones afectan a los países, la guerra en los países árabes responden a la lucha por poseer el petróleo, lo que ha provocado grandes movilizaciones sociales, en la Unión Europea, el desempleo ha provocado que grandes contingentes de jóvenes se manifiesten, que asociado a los cambios en el gasto social, ha creado verdaderos conflictos. 

La consolidación del modelo neoliberal en el mundo a principios de la década de los ochenta afectó a todos los países, incluidos los de América Latina, la globalización significó la supresión de las barreras arancelarias a los flujos de bienes, servicios, tecnologías, pero jamás a los flujos de personas, de los países en desarrollo porque los países desarrollados no las eliminaron y la integración de las economías nacionales a los mercados internacionales. Ello significó la liberación de los mercados entre competidores desiguales,  ampliándose la breca entre países ricos y países pobres. 

El fenómeno de globalización vino acompañado de políticas de ajuste estructural, diseñadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional e impuestas por ellos a través de los préstamos a los gobiernos, que le dieron sentido al modelo neoliberal, significaron lo siguiente.

La reducción del Estado con la venta de empresas paraestatales,
Eliminación de los subsidios,
Liberalización de los mercados de capitales, aumentando las tasas de interés para atraer inversión extranjera, y
Liberalización de las barreras arancelarias para el casi libre tránsito de productos.
El desempleo y la reducción del gasto social en muchos países de América Latina se tradujeron en un aumento de la pobreza. Para el año 2000 había 520 millones de habitantes de los cuales 110 millones vivían con dos dólares al día; el desempleo adquiere niveles alarmantes. En América Latina los salarios se han deteriorado, el empleo es cada vez más precario, sin jornada de trabajo fija, sin prestaciones, sin contrato de trabajo, etc. y la distribución del ingreso se ha hecho cada vez más desigual.

Algunos países africanos tienen las tasas más altas de desempleo, Zimbabue 95% de desempleados, Namibia 51.2%, en América Latina el país más afectado es Haití con 40% de desempleados, después de Haití, el resto de países de América latina tiene tasas de desempleo que oscilan entre 13% y 6%.
El desempleo en el mundo como en América Latina es un problema de derechos humanos, los pueblos de AL requieren una política de generación de empleos, para salir de la crisis, para mejorar el bienestar de la población.

A la vuelta de 30 años, el modelo hizo crisis, los resultados del cambio estructural hasta ahora han sido más bien magros: estancamiento económico global, desempleo masivo, aumentos en la razón deuda externa/producto interno bruto (D/PIB), volatilidad de las tasas de interés, inestabilidad de la inversión, del producto y el empleo y crisis financieras recurrentes.

Algunos países de América Latina han comenzado a manifestar este descontento, como el caso de los estudiantes de Chile que se manifiestan por las garantías en la educación, desafortunadamente en México aun no hay respuestas sociales contundentes, si acaso de algunos grupos de la llamada Sociedad Civil, o personalidades como el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México que propone revisar el problema de los “NiNis, (Ni estudian, Ni trabajan) y medidas contra la inseguridad y el crimen, sin embargo la clase obrera  que debería ser vanguardia no se manifiesta, a excepción de unos cuantos sindicatos y los trabajadores del sindicato mexicano de electricistas que fueron despedidos y liquidada su fuente de trabajo.

En México, el desempleo se estima en 7% y las cifras más conservadoras en 5% tanto para hombres como para mujeres, aunado a lo anterior, los pobres con algún grado de pobreza representan el 40% de la población, en 2008 el 21.7% de las personas sufría pobreza alimentaria, es decir que con lo que recibía de ingresos no cubría la canasta básica alimentaria, para 2010 esta proporción aumentó a 24.9% de la población, es decir que los pobres que no les alcanza para comer pasaron de 23.8 a 28 millones de personas en México, lo anterior significa violencia social. 

Pero mientras el gasto social se reduce, la pobreza aumenta y no hay alternativas de empleo, el gobierno aumenta el gasto para el ejército, las policías y el combate al crimen organizado. 8,370 millones a la secretaría de Gobernación, 43,632 millones para la Defensa Nacional, en tanto que el gasto para zonas urbanas marginadas ascendió a 4,838 millones, la mitad de lo que recibe la Secretaría de Gobernación y 2% de lo que recibe la Defensa nacional. Frente a una política de contracción del gasto y sin respuesta al desempleo en México, la situación de violencia que prevalece en México aumenta de forma vertiginosa.

En los últimos años, debido a la “Guerra  contra el Narco” declarada inconstitucionalmente por el actual gobierno,(aunque desmentida posteriormente, pero que en los hechos existe) y que ha causado según diversas estimaciones, ya más de 50,000 muertos, sirve como pretexto hoy para que los sectores más conservadores del Congreso pretendan aprobar la llamada “Ley de Seguridad Nacional”, que tal como se ha presentado, significa que en cualquier momento pueda ser decretado Estado de Excepción, lo que implica suspensión a las garantías individuales y por consiguiente la violación a los Derechos Humanos.
Dra. María Antonieta Barrón
Maestra de la Facultad de Economía de la UNAM y miembro del Secretariado del Movimiento Mexicano por la Paz y el Desarrollo


ULTIMAS PALABRAS DEL PRESIDENTE
SALVADOR ALLENDE
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

VENCEREMOS

Versión de la campaña presidencial de 1970

I
Aquí va todo el pueblo de Chile
aquí va la Unidad Popular
campesino, estudiante y obrero
compañeros de nuestro cantar

II
Rosa ardiente de nuestra bandera
la mujer ya se ha unido al clamor
la Unidad Popular vencedora
¡Será tumba del yanqui opresor!

Coro
¡Venceremos! ¡Venceremos!
con Allende en septiembre a vencer
¡Venceremos! ¡Venceremos!
la Unidad Popular al poder (bis)

III
Con la fuerza que surge del pueblo
una Patria mejor hay que hacer
a golpear todos juntos y unidos
¡Al poder! ¡Al poder! ¡Al poder!

IV
Si la justa victoria de Allende
la derecha quisiera ignorar
todo el pueblo resuelto y valiente
como un hombre se levantará


Versión al triunfo de la Unidad Popular 1971

I
Desde el hondo crisol de la Patria
se levanta el clamor popular
ya se anuncia la nueva alborada
todo Chile comienza a cantar

II
Recordando al soldado valiente
cuyo ejemplo lo hiciera inmortal
enfrentemos primero a la muerte
traicionar a la Patria...¡jamas!

Coro
¡Venceremos! ¡Venceremos!
mil cadenas habrá que romper
¡Venceremos! ¡Venceremos!
al fascismo sabremos vencer (bis)

III
campesinos, soldados y obreros
la mujer de la Patria también
estudiantes, empleados, mineros
¡cumpliremos con nuestro deber!

IV
Sembraremos las tierras de gloria
¡Socialista será el porvenir!
todos juntos seremos la historia
¡A cumplir! ¡A cumplir! ¡A cumplir!

Comentarios, críticas o sugerencias:

No hay comentarios: