LEMA

! POR LA LIBERACION ECONÓMICA, CULTURAL Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS !







22 junio 2012

EN LA RECTA FINAL

          

Este 1º. De julio el pueblo mexicano acudirá a las urnas, para decidir su futuro en los próximos 6 años. En estas elecciones se confrontan 2 visiones diferentes y contrastadas, del rumbo que deberá seguir México:

Por un lado los partidos; PRI-VERDE, PAN, PANAL, y sus candidatos, que representan las posiciones de la derecha, significan la continuidad del modelo económico neoliberal, que ha sumido en la miseria, la violencia y la desesperanza a millones de mexicanos.  Y por el otro la posibilidad del cambio verdadero, que promueve el abanderado de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador.

En esta campaña, la lucha no ha sido pareja, puesto que los candidatos de la derecha han contado de su lado con inmensos recursos,  los medios masivos de (des)información, con el árbitro (IFE) etc. para hacer la guerra sucia contra el PEJE.

Sin embargo estudiantes, maestros,   intelectuales, periodistas honestos, campesinos, trabajadores empresarios nacionalistas y demás sectores progresistas, están conscientes que el País necesita un cambio.

En la recta final, se perfilan 2 punteros, EPN y AMLO, el primero representa lo peor del sistema; autoritarismo, corrupción y represión, 70 años lo hemos padecido. El segundo es garantía de honestidad y políticas en beneficio del pueblo.

Por estas razones, hoy no podemos titubear, y por el futuro nuestro y de las siguientes generaciones, debemos ir a depositar nuestro voto en favor de la única alternativa y opción de transformación.

¡ESTE 1º. DE JULIO, TODOS A VOTAR POR AMLO¡

¡NI UN VOTO AL PRI, NI  AL PAN, NI AL PANAL!


¡ POR LA LIBERACIÓN, ECONÓMICA, CULTURAL Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS ¡



PONIATOWSKA, UNA JÓVEN DE 80 AÑOS

 Los jóvenes de hoy son los del 68

Agradezco con toda mi alma a la escritora Rosa Beltrán, directora de Literatura, a quien se le ocurrió organizar este gran homenaje; le agradezco a María Teresa Uriarte, directora de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México su apoyo y finalmente les agradezco a los tres rectores aquí presentes, el doctor Guillermo Soberón, el doctor Juan Ramón de la Fuente y el doctor José Narro que nos recibe hoy en la sala Miguel Covarrubias. Son tres rectores que han sido y siguen siendo los Tres Mosqueteros que defienden a la UNAM y a sus estudiantes y la abren al diálogo y a la discusión.

Y que gritan en el estadio cuando ganan los Pumas: Goya, Goya, cachún, cachún ra rá, cachún cachún ra rá, Goya Universidad.

Hoy en día, tal parece que México es un país al que todo le duele, enfermo de corrupción, infectado de violencia, pero si uno se acerca a su corazón escucha un latido tan enérgico que lo pone a temblar: el de su juventud. Según el último censo, la población joven en nuestro país supera los 28 millones, de los cuales 324 mil estudian en la UNAM, aunque este año unos 110 mil muchachos quedaron afuera. Hace unos días, el doctor Juan Ramón de la Fuente aclaró que hay más de 5 millones de analfabetas en nuestro país y que no sólo son ancianos, mujeres y niños sino jóvenes.

Los jóvenes son mi fuerza, mi inspiración y mi orgullo. Creo en ellos como en el Santo Niño de Atocha en el que confiaba Jesusa Palancares. Sin ellos no tendría sentido teclear un día sí y otro también desde el año de 1953 hasta la fecha.

Sin los jóvenes, México estaría irremediablemente perdido, sin aliento, sin nadie por quién luchar, sin vuelo, sin futuro. La tienen difícil en estos años porque a los egresados de las distintas facultades universitarias se les cierran las puertas:
– ¿Tiene experiencia?
– Acabo de terminar mi carrera.
– Lo siento. Que pase el siguiente.

Muchos tienen que trabajar para pagar sus estudios y al final se encuentran con que no hay nada para ellos y el veredicto es inapelable: No cubre usted el perfil para la vacante. Admiro a los jóvenes porque insisten y a veces logran su sueño a pesar de que México, hoy por hoy, es el país del desempleo.

Sin embargo, son los jóvenes los que se ponen de pie porque la marginación los hace sensibles a la injusticia y defender a los menos favorecidos; se identifican con los grupos que los gobiernos se encargan de sepultar y resucitar cada seis años con fines electorales. A lo largo del tiempo han sido solidarios con los ferrocarrileros, con los mineros, con los indígenas, con los campesinos, con los zapatistas, los paracaidistas, las madres de desaparecidos, con las familias víctimas de la violencia por la guerra del narcotráfico y son ellos quienes apoyan las grandes causas sociales de nuestro país.

Supe que la juventud representaba un poder prodigioso desde antes de 1968. Bastaba verlos discutir en torno a una mesa en la cafetería de la UNAM para saber que eran dioses. Bastaba mirar sus rostros encendidos en el pleito por la plusvalía y los derechos del trabajador para darse cuenta que conformaban la fuerza de nuestro país y que sus camisetas, sus clavículas, la mezclilla que se revienta en sus rodillas, sus tenis sin agujetas los hacía vivir al borde de sí mismos. Me regalaron sus imágenes verbales y desde entonces sé que todo lo suyo está ligado al fuego cruzado en el que crecen.

En 1968, cuando atropellaron sus derechos y el gobierno los encerró en el Palacio Negro de Lecumberri, contaron uno a uno su propia historia. Escuchar su voz aprisionada en la cárcel o en el juzgado fue una lección y un privilegio. La Chata, María Fernanda Campa, pasó diez años de su vida en un ir y venir de la cárcel de Santa Marta Acatitla para visitar a su padre Valentín Campa, a la de Lecumberri para acompañar a Raúl Álvarez Garín. Su madre, la doctora en matemáticas Manuela Garín de Álvarez, hoy de cien años de edad, resultó un ejemplo de entereza y sentido del humor. En esos años todo era miedo. Ser joven y ser estudiante equivalía a convertirse en carne de cañón; recuérdense a los cinco excursionistas que pretendían subir a la Malinche y fueron asesinados por una turba que gritaba comunistas y vienen a violar a nuestras hijas, el 14 de septiembre de 1968 en San Miguel Canoa, Puebla.

Montserrat Gispert, María Alicia Martínez Medrano, Mercedes Olivera, Adelita Castillejos, La Tita, La Nacha, Selma Beraud, Elisa Ramírez, Paz Cervantes, la poeta María Ángeles Comesaña se enfrentaron al primer tanque que entró al Zócalo y la actriz Margarita Isabel se las arregló para hacer reír hasta a los granaderos.

La amistad y el ingenio se forjan en las circunstancias más adversas. Entre otros muchos actos de heroísmo, las mujeres se las ingeniaron para hacer gelatinas con vodka lo cual ayudó a que José Revueltas escribiera su notable novela El apando a lo largo de un mes bajo la mirada de su compañero de celda, Martín Dozal.

Pensar en 1968 es rendirle tributo a un movimiento que cambió la vida de México. El régimen mostró lo peor de sí y los estudiantes lo mejor.

1968 es un parteaguas y un compromiso moral porque gracias a los muchachos de ayer, hoy somos más fuertes, más resistentes y le quitamos algo de su impunidad al poder. Aprendimos a denunciar y a resistir. Movimientos campesinos y obreros a lo largo de la república se reconocen deudores del 68.

Los estudiantes del 68 eran inteligentes, frescos, combativos, sabían cómo transmitir su mensaje, no tenían armas sino deseos de hacer el amor y de alfabetizar a niños sin escuela y a muchachas bonitas que tallan su ropa en el lavadero. Se burlaron de los granaderos y del Presidente de la República. Sal al balcón, hocicón, sal al balcón, bocón. Marcharon junto al rector Barros Sierra que hizo suya su causa. Únete pueblo, únete pueblo, únete pueblo agachón. Tomaron las calles, desacralizaron al Zócalo, cuestionaron el autoritarismo y cuando los acusaron de agitadores caminaron bajo una manta que decía: Estos son los agitadores: ignorancia, hambre y miseria. Recurrieron al silencio para hacerse oír como en la marcha del 13 de septiembre de 1968.

Soy una mujer de ochenta años, madre de tres hijos, abuela de diez nietos. Como lo escribió mi bien amado José Emilio Pacheco, en los días asoleados y azules como hoy, me recuerdo joven, junto a él, junto a Vicente Rojo, a Neus Espresate, a Carlos Monsiváis y cuando nos reunimos los que todavía estamos vivos pienso que desmentimos su poema: “(…) Ya somos todo aquello/ contra lo que luchamos/ a los veinte años”.

Como me pidieron que hablara muy cortito sólo quiero contarles que hace algunos años, subí a la Rectoría de la UNAM con algún mensaje de López Obrador para Juan Ramón de la Fuente, entonces rector. Los dos, de pie, nos acercamos a uno de los grandes ventanales de la Torre de Rectoría. El doctor De la Fuente miró hacia la explanada en la que caminaban unos muchachos. Desde lo alto veíamos sus nucas y sus hombros y de pronto me dijo: Es a ellos a quienes tengo que cuidar.

De la Fuente tenía y tiene toda la razón. Es a ellos a quienes nosotros, los que ya vivimos, los viejos de ochenta años, tenemos que cuidar.

Elenita Poniatowska, propuesta para Secretaria de Cultura en el gabinete de AMLO 
*Texto leído por la periodista y escritora, en la sala Miguel Covarrubias, el lunes 14 de mayo durante el homenaje por su cumpleaños 80 que recibió en la UNAM.

PROYECTO ALTERNATIVO DE NACIÓN
Frente a la degradación de la sociedad, el desmantelamiento de las instituciones públicas, la destrucción de la naturaleza, la desigualdad, la corrupción, la deshumanización, la concentración del poder y de la riqueza, es imprescindible e impostergable un profundo cambio político, económico, social, cultural y, sobre todo, moral, ético.
Estamos convocando al pueblo de México a unir voluntades y esfuerzos colectivos en un proceso constituyente: para crear la organización ciudadana que defienda los derechos de todos y las nuevas instituciones públicas que hagan de México una nación democrática, incluyente y soberana.
Es la hora de actuar, de organizarse desde abajo y desde la izquierda, de luchar pacíficamente. Aspiramos a sumar a esa mayoría que quiere un cambio porque defendemos una razón fundada en el amor a la igualdad y en el aprecio a la diversidad.

10 PUNTOS PARA EL RENACIMIENTO DE MÉXICO
1. Promover la revolución de las conciencias y un pensamiento crìtico.

2. El Estado debe estar al servicio del pueblo y de la nación.

3. Democratizar el acceso a los medios de comunicación.
4. Por una ética republicana y el combate a la corrupción.
5. Crear una nueva economía.
6. Combatir los monopolios.
7. Abolir los privilegios fiscales para redistribuir la riqueza con justicia.
8. El sector energético, palanca del desarrollo nacional.
9. El campo y la soberanía alimentaria. No al Maiz Transgenico
10. Estado de Bienestar y lucha contra la desigualdad.

 
ME GUSTAN LOS ESTUDIANTES
(Violeta Parra)


Que vivan los estudiantes,
jardín de las alegrías.

Son aves que no se asustan
de animal ni policía,
y no le asustan las balas
ni el ladrar de la jauría.


Caramba y zamba la cosa,
que viva la astronomía.

 Que vivan los estudiantes
que rugen como los vientos
cuando les meten al oído
sotanas o regimientos,
pajarillos libertarios
igual que los elementos.


Caramba y zamba la cosa,
que vivan los experimentos.


Me gustan los estudiantes
porque son la levadura
del pan que saldrá del horno
con toda su sabrosura
para la boca del pobre
que come con amargura.


Caramba y zamba la cosa,
viva la literatura.

 Me gustan los estudiantes
porque levantan el pecho
cuando les dicen harina
sabiéndose que es afrecho,
y no hacen el sordomudo
cuando se presenta el hecho.


Caramba y zamba la cosa,
el Código del Derecho.

Me gustan los estudiantes
que marchan sobre las ruinas;
con las banderas en alto
va toda la estudiantina.


Son químicos y doctores,
cirujanos y dentistas.


Caramba y zamba la cosa,
vivan los especialistas.

Me gustan los estudiantes
que van al laboratorio.


Descubren lo que se esconde
adentro del confesorio.

 Ya tiene el hombre un carrito
que llegó hasta el purgatorio.


Caramba y zamba la cosa,
los libros explicatorios.

 Me gustan los estudiantes
que con muy clara elocuencia
a la bolsa negra sacra
le bajó las indulgencias.


Porque, ¿hasta cuándo nos dura,
 señores, la penitencia?


Caramba y zamba la cosa,
que viva toda la ciencia.




VERSIÓN 2012

Me gustan los estudiantes
que luchan con gallardía
desde las redes sociales
y en la calle al otro día
y cuando los amenazan
responden con valentía,

caramba y zamba la cosa,
¡viva la tecnología!

Me gustan los estudiantes
porque con clara visión
repudian las distorsiones
y la desinformación.
denuncian sin atenuantes
la mala televisión,


caramba y zamba la cosa,
¡derecho a la información!


Me gustan los estudiantes
porque frente al auditorio
redactan sus exigencias
en un pliego petitorio
y armados de la palabra
se enfrentan con el emporio,


caramba y zamba la cosa,
¡que viva el laboratorio!

Me gustan los estudiantes
porque quieren sin matiz
lograr en este momento
democracia en el país
y se echan para adelante
sin inclinar la cerviz


caramba y zamba la cosa,
¡qué momento tan feliz!



CANCION DEL POLITÉCNICO
(Judith Reyes)


Instituto Politécnico Nacional
el cultivo de las técnicas
en tu afán,
fuiste creado cuando México
junto con el mundo
creyó que nuestro México
entraba de verdad
por un camino ansiado
de firmes esperanzas
y de limpio desarrollo
y progreso universal.

Instituto Politécnico Nacional

Eres fruto de imperiosa necesidad
porque tú para los nuevos
descubrimientos tienes
las técnicas precisas
para su ejecución,
y cuando se respeten derechos y libertades
tu alma polimorfa
estará en la producción.

Instituto Politécnico Nacional
Instituto Politécnico Nacional

De combativa clase
obrera y combativa
del pueblo entraña viva
soy politécnico.


Al impactar mis aulas
las balas asesinas
muero gritando vivas
al Politécnico.


Instituto Politécnico Nacional

Llanto y crespones negros
ojos enrojecidos
gloria por los caídos
del Politécnico.


Los que sobrevivimos
para contar la Historia
cantaremos la gloria
del Politécnico.

Instituto Politécnico Nacional


!10 DE JUNIO, NO SE OLVIDA¡