LEMA

! POR LA LIBERACION ECONÓMICA, CULTURAL Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS !







15 octubre 2020

LA 4T Y SU POLÍTICA DE PAZ

 

El miércoles 14 de este mes, se realizó una reunión virtual de los comités de PAZ de América, en donde participó el FCR a traves del Movimiento Mexicano por la Paz y el Desarrollo. Planteando el siguiente posiconamiento:

Desde que el 1 de diciembre de 2018,  asumió la presidencia de México, Andrés López Obrador, ha venido implementando su plan de gobierno que enunció en su campaña política. En lo que se denomina la 4ª Transformación, considerando que;  Independencia, Reforma y Revolución, fueron las 3 anteriores transformaciones profundas que se han dado en nuestro  País.

Dentro del programa de la 4T, el tema de la PAZ, tiene un lugar destacado, siendo  uno de los principales objetivos, lograr la pacificación del país, para sacarlo de la violencia extrema en que los anteriores gobiernos neoliberales lo dejaron. Así se ha establecido una estrategia en varios frentes; dirigir la política social y económica a la mayoría de la población “Primero los pobres”, apoyando a todos los jóvenes con becas y trabajo, así como ampliar la cobertura educativa, a fin de que nadie se quede sin la oportunidad de asistir a una escuela.

Precisamente en el terreno educativo, con la denominada “Nueva Escuela Mexicana”, con un enfoque Humanista y Cultura de Paz, se trata de volver a inculcar Valores, como el Amor a la Patria, la Solidaridad, implementando asignaturas como Vida Saludable, Civismo, Ética, y Filosofía. Hay una intensa campaña para no consumir substancias toxicas, y fomentar la activación física y el deporte.

Se ha creado la Guardia Nacional, para combatir a los grupos delincuenciales y proteger a la población, respetando sobre todo, los Derechos Humanos. Nunca volver a utilizar a las policías y al ejército para reprimir al Pueblo, como era el estilo de los anteriores gobiernos, 

Este año a pesar de las crisis de Salud y Económica en que el Mundo se vio envuelto por el virus H-19, nuestro País está saliendo a flote, sin endeudamiento, como sugería el FMI el Banco Mundial, aplicando una política financiera de austeridad, y obligando a las grandes empresas a que paguen sus impuestos, ya que anteriormente se les condonaban.

En materia de política exterior, se ha vuelto a aplicar el principio de no intervención y de autodeterminación de los pueblos, como lo señalara el presidente Benito Juárez y la Doctrina Estrada,. Un ejemplo fue el apoyo solidario al presidente Evo Morales, víctima de un golpe de Estado dado por la ultraderecha en Bolivia., así como el respeto a la Revolución Bolivariana.

Todas estas acciones, han producido la virulenta reacción de los sectores que han visto afectados sus intereses económicos, quienes manejan la mayoría de los medios comerciales de información, periódicos, radio y televisión y que tienen la capacidad de pagar miles de bots en las redes sociales,  a través de estos, se dedican día y noche a divulgar mentiras, rumores, noticias falsas y a propagar mensajes de odio, en contra del presidente.

Estamos por decirlo de alguna manera, en medio de una guerra de baja intensidad, en donde psicológicamente la derecha bombardea desde el primer día, a este gobierno. Bajo un plan determinado, para dar un “Golpe Blando” y en su caso optar por el “Golpe Duro”, lo que tienen perfectamente ensayados históricamente en contra de gobiernos progresistas.

La derecha, la ultraderecha y también la ultraizquierda (los extremos se juntan) intentan por diversos medios, frenar los cambios que la 4T está implementando, para hacer por la vía pacífica, de México un país donde impere la Justicia, la Libertad, y se ejerza a plenitud la Democracia participativa.

México está siendo observado por el Mundo, como un faro de  PAZ y Esperanza, para la construcción de la Sociedad justa del siglo XXI, por algo fue nombrado en el Consejo de Seguridad de la ONU. En este sentido el FCR, adherido al Movimiento por la Paz, seguirá apoyando al presidente en su lucha legal contra la corrupción, y sus políticas sociales, económicas y sanitarias, enmarcadas en el programa de la 4T.

¡POR LA LIBERACIÓN, ECONÓMICA, CULTURAL Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS!

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LA CUARTA TRANSFORMACIÓN DE MÉXICO *

México es su historia. Sin adjetivos ni eufemismos. Hoy nos encontramos al timón de un proceso que trabaja por concretar un presente digno y sostenible para futuras generaciones.

Cuando las naciones llegan a encrucijadas de esta magnitud tienen el enorme deber de cobrar consciencia plena de su responsabilidad. Al hacerlo, se enfrentan a la disyuntiva de cambiar o claudicar. México ha asumido con responsabilidad su quiebre con la continuidad.

Cada transformación o cambio de era se ubica dentro de un contexto internacional preciso, donde interactúan factores internos y externos. Las transformaciones se nutren del acontecer mundial y, a la vez, son parte de los cambios que suceden al interior de las naciones. El hilo conductor es siempre la necesidad ingente de cambio; en todas sus vertientes: social, político, económico y cultural. 

El cambio implica un rompimiento con la arquitectura de símbolos que formaron nuestra visión nacionalista en algún momento de la historia.

La primera transformación (guerra de Independencia, 1810-1821) estuvo marcada por las ideas liberales y la filosofía de la Ilustración, pero también favorecida por las guerras napoleónicas que rompieron el vínculo legal e ideológico que unía a los virreinatos con la metrópoli, germinando la semilla del México Independiente. La Independencia fue la lucha para asumir nuestra propia identidad y lograr nuestro propio lugar en el orden mundial.

La segunda transformación, (las leyes liberales y la guerra de Reforma, 1857-1861) no puede comprenderse al margen del resurgimiento de las pretensiones imperialistas europeas. La revolución industrial, la guerra civil en EUA y la situación en Europa influyeron en el debate entre ideas conservadoras y liberales en México. Ante todo se buscaba romper con la herencia colonial que aún fragmentaba a una sociedad profundamente desigual en estratos y castas y mantenía a la Iglesia prácticamente como un estado dentro del Estado con grandes posesiones de tierras y un virtual monopolio de la educación. Se trataba pues de generar una sociedad más igualitaria con un Estado soberano, separado de la Iglesia y una sociedad laica y abierta a las filosofías del Positivismo.

La tercera transformación (Revolución Mexicana, 1910-1917) fue uno de los grandes hitos de la historia mundial como el primer movimiento social de gran envergadura del siglo XX. Culminó reafirmando el laicismo del Estado –sobre todo en la educación-, la igualdad de los ciudadanos y la garantía de sus derechos, el principio democrático de sufragio efectivo y no reelección, el dominio nacionalista del Estado sobre los recursos naturales y una justa repartición de las tierras y la propiedad. Frente al exterior se consagraron los principios de solución pacífica de controversias, no intervención y la Doctrina Estrada.

En los años recientes se ha comenzado a reconocer no solo el fin del esquema bipolar hegemónico en el mundo, sino el surgimiento de un mundo multipolar en todos los aspectos: económico, militar, geopolítico y cultural. La crisis del multilateralismo, el resurgimiento del chauvinismo y la búsqueda de soluciones unilaterales y aisladas frente a fenómenos globales, dibujan un escenario complejo.

La cuarta transformación en México no se puede comprender desarticulada de esos grandes cambios internacionales. En el contexto latinoamericano no se puede obviar la polarización ideológica; reflejo de esas turbulencias mundiales, de un orden pasado que trata de aferrarse y de otro nuevo que pugna por abrirse paso.

En julio de 2018, México se adelantó al resto de la región y de otros muchos países al sentar las bases para una transición pacífica que respondiera a los nuevos tiempos y sobre todo a las demandas de cambio y regeneración de su propia población. El liderazgo y visión de Morena surge justamente como respuesta a estas demandas y presiones internas y a las realidades externas.

Una transformación de gran calado como la que sucede en México es, la más de las veces, un síntoma de lo que acontece a escala mundial. Pues la necesidad de cambio y de regeneración se siente en otras partes del mundo en donde las poblaciones también exigen respuestas contundentes a sus legítimas demandas.

La cuarta transformación encuentra un panorama internacional complejo, pero es posible encontrar su lugar en el mundo para lograr que la cooperación internacional y la diplomacia sean unas herramientas para lograr la transformación que se quiere para México.

México hace bien en posicionar en la agenda nacional e internacional la erradicación de la corrupción, el combate a la pobreza y la desigualdad y la promoción del desarrollo socioeconómico. Y, principalmente, la fundamentación en principios éticos del quehacer político. Este empate de prioridades nacionales e internacionales no puede más que generar beneficios y ayudar en la consecución de dichos objetivos.

Es difícil encontrar en la historia un filósofo que no haya establecido el vínculo ineludible entre ética y política, entre el poder y el valor, preocupación fundamental de Luis Villoro y título de una de sus obras.

Como nos recuerda atinadamente el filósofo e investigador mexicano Alberto Saladino: “el quehacer filosófico mexicano está posicionado históricamente como instrumento teórico (óptimo) para atender los retos que impone la Cuarta Transformación.” El término mismo de cuarta transformación ha cautivado el imaginario colectivo de México y del mundo, lo que Alfred Fouillée denomina una idée-force (idea de fuerza) o idea social que se hace realidad por la acción colectiva.

Desde los planteamientos de su campaña, el Presidente Andrés Manuel López Obrador prometió una transformación equiparable en su impacto histórico, social, ético, político y económico a esos ya referidos tres grandes momentos de nuestra historia (Independencia, Reforma y Revolución). Pero como recuerda el investigador y filósofo Guillermo Hurtado esos movimientos fueron también revoluciones sangrientas y costosas y por ello “López Obrador fue cuidadoso en la elección de su vocabulario… cuando anunció una Transformación en vez de una Revolución… prometió un cambio que fuera tan hondo…pero que no se hiciera con violencia.”

Luis Cabrera advirtió efectivamente que toda Revolución tiene dos momentos: uno destructivo (violento) y otro constructivo. Sin embargo una Trasformación, nos aclara Hurtado, tiene que ser tan profunda (como una revolución), pero evitando la violencia sin quedarse en la forma superficial y que llegue a toda la sociedad.  

El historiador Lorenzo Meyer también resalta la distinción con una revolución ya que la llegada de la 4T debía entenderse como “un gozne histórico” que permitió el arribo al poder de “una oposición real, sin violencia, a través de las instituciones.” El politólogo José Antonio Crespo la definió como “la primera alternancia pacífica hacia la izquierda” (en México) que permitió “abrir una válvula de escape (política e institucional) al descontento acumulado por la corrupción…”

En los últimos cuarenta años México enfrentó dos procesos de reformas: uno político, que sentó las bases de la alternancia pacífica, por la vía democrática, y otro económico que nos llevó de una economía mixta proteccionista a otra neoliberal y globalizada. Ninguno de las dos fue concluyente, la primera terminó con cuestionamientos de fraude electoral en todos los niveles y la segunda con una corrupción tan extendida que prácticamente acabó contaminando todos los segmentos del gobierno y de la sociedad. De ahí la noción de una “transformación social” profunda, definida como “regeneración nacional” en todos los ámbitos de la vida del país, la base misma de la filosofía del Movimiento que encabezó el Presidente Andrés Manuel López Obrador. A esto se refiere el Presidente al hablar de una “revolución de las conciencias” que va más allá del cambio ideológico y toca la ética y la moral en el ejercicio del poder y de la administración.

Nuevamente, Guillermo Hurtado define la regeneración como “un proceso por medio del cual se restablece algo dañado” que se aplica desde un tejido orgánico hasta el plano moral de la persona cuando deja “las malas prácticas, recuperando salud, libertad e integridad…”. Cuando se habla de la necesidad de una regeneración social, se asume que el colectivo se encuentra en un estado de decadencia, corrupción, abatimiento…. Regenerar significa permitir que las fuerzas positivas de una sociedad puedan resurgir. En cambio cuando se habla de “transformación social” se implica dejar la situación anterior para construir algo totalmente nuevo.

La pregunta del filósofo es legítima y al igual que él muchos se preguntan: “¿qué requiere México hoy?” La respuesta parece secuencial y sus pasos fundamentales están delineados en el Plan Nacional de Desarrollo y esbozados en la Cartilla Moral de Alfonso Reyes. Se requiere primero reconstruir el tejido moral y social, regenerar y aprovechar las raíces de lo que el país ha construido a lo largo de dos siglos y sobre esas nuevas bases lograr una verdadera transformación que ha sido interrumpida o truncada en esos tres momentos claves de nuestra historia: 1821, comprometido por las intervenciones e invasiones extranjeras que le siguieron; 1861, interrumpido por la dictadura y 1917 desnaturalizado y corrompido por una revolución que pretendió hacerse “institucional” y que fue devorada por la corrupción y por un sistema económico rapaz, deshumanizado que ha rasgado profundamente nuestro tejido social.

La Real Academia Española define la “regeneración” como “la reconstrucción que hace un organismo vivo por sí mismo de sus partes pérdidas o dañadas”. Regenerar supone entonces un complejo tránsito y no sólo romper con prácticas del pasado; significa recuperar el rumbo perdido y las oportunidades truncadas. Restaurar el tejido social a través de los valores humanos y culturales que nos definen y el equilibrio entre política y ética, entre poder y valor como diría Luis Villoro. Reconstruir sobre nuevas bases para eliminar los cánceres que carcomen a la sociedad mexicana: corrupción, crimen organizado, impunidad y disfuncionalidad de las leyes y de la aplicación de la justicia.

Nuestro imperativo histórico es recuperar también las instituciones democráticas del Estado y reformar nuestra economía con una visión inclusiva y equilibrada que permita la mejor distribución de la riqueza. El país requiere restablecer los equilibrios entre los grandes retos de regeneración nacional y las amenazas y oportunidades del ámbito externo. El proteccionismo comercial y la autarquía no son opciones y pretender aislarnos de las grandes problemáticas mundiales tampoco es viable ni realista.

Por todo ello, si la primera transformación del país fue la Independencia; la segunda, la Reforma; la tercera, la Revolución, la cuarta transformación de México es y debe entenderse como la Regeneración.

* Maximiliano Reyes, Subsecretario para América Latina y el Caribe

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El FCR, como cada año organizo un acto cultural en recuerdo de los caídos del 2 de octubre de 1968. En esta ocasión fue en forma virtual

12 DE OCTUBRE

El 3 de agosto de 1492, Cristóbal Colón zarpó del puerto de Huelva con tres navíos: la Niña, la Pinta y la Santa María, finalmente el 12 de octubre de ese mismo año llegaría a la isla de Guanahaní (ahora isla Waitling en las Bahamas).

Este acontecimiento, dio inicio a la conquista por medio de la espada y la cruz  por parte de los europeos sobre los pueblos que  poblaban el Continente descubierto 

Entre la visión europea que sostiene que el descubrimiento, permitió la “civilización” de los habitantes originarios  y la visión “indigenista” que afirma que aquellos vinieron a cometer un genocidio para apoderarse de las riquezas de estas tierras. Lo cierto es que la mayoría de los que ahora vivimos en América, somos producto del mestizaje de diferentes culturas. 


 CARTA DE AMLO AL PAPA FRANCISCO

La doctora Beatriz Gutiérrez Müller se entrevistó en el Vaticano con el Papa Francisco, donde le entregó una carta escrita por el presidente Andrés Manuel López Obrador en la que le expresa su admiración, pide una serie de artefactos en calidad de préstamos para las celebraciones patrias del año próximo, y le pide que la Iglesia Católica se disculpe por su rol en la Conquista.

En ese sentido, dice que él representa a un gobierno cuyas características son la justicia, la honestidad y la austeridad, así como el amor al prójimo, y le comenta que la razón de la visita de la Primera Dama es "obtener códices, objetos y documentos de la historia de México" en posesión del Vaticano y en calidad de préstamo, para exponer en el país durante los actos por los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, los 500 años de la invasión colonial española y el bicentenario de la Independencia. 

Además, le pide a la Iglesia Católica, tal como ya lo hizo a la Corona Española, que ofrezca una disculpa pública a los pueblos originarios "que padecieron de las más oprobiosas atrocidades para saquear sus bienes y tierras y someterlos, desde la Conquista de 1521 hasta el pasado reciente". 

Añade que también sería "un acto de humildad y a la vez de grandeza que la Iglesia Católica (...) reivindicara la gesta histórica del Padre de nuestra Patria", en referencia a Miguel, "independientemente del debate de si fue excomulgado o no".

"¿No cree que en vez de afectar a la Iglesia Católica una referencia en honor a Hidalgo y Morelos, la enaltecería y causaría la felicidad de la mayoría de los mexicanos? Solo su sensibilidad podría entender la trascendencia de dicho acto de contrición histórica", concluye

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LA DESPEDIDA


El tiempo se derrite,

Desafía al mundo

Con sus brazos de impaciencia,

Se cancelaron las memorias

Enmudecieron nuestros sueños


El corazón con alas abatidas

No alcanza a recorrer el infinito

Se marchitan los árboles lapislázuli

Caen las estrellas, en exilio silencioso

Orquídeas negras nos mostraron el camino.


El tiempo escapó por la ventana

Vimos su nave partir

Desde su abandono

El adiós florece sobre la alfombra.


MÓNICA ARIZA LINARES