La campaña orquestada contra la Copa del mundo en Brasil, publicado por la prensa, europea y americana, tiene un único objetivo: debilitar el mayor activo del brasileño que es el fútbol y todo lo que representa en términos de política internacional. No hay otro evento con capacidad para atraer tanta atención en todo el planeta; se calcula que más de 2 mil millones de personas verán por TV la apertura y cierre de la Copa del mundo. Brasil desde la victoria de Lula, ha jugado un importante papel en política exterior, que se reflejó en la elección del país para la Copa del mundo y los Juegos Olímpicos.
Los que atacan al gobierno de Dilma Rousseff, ocultan que se han ampliado las universidades públicas, aumentado las instituciones de educación técnica, con acceso gratuito. Que se financian programas científicos y tecnológicos como el que desarrolló el esqueleto externo de "PAC" que da la posibilidad de Parapléjicos a caminar de nuevo. Que al traer médicos de Cuba se hace posible que la gente de las afueras, y de las favelas tengan ahora acceso a la salud. Que aumentó el PIB y subió a nivel mundial del lugar 15 al 6. Y que se ha reducido la brecha entre pobres y ricos, todo en un contexto de una inmensa crisis capitalista internacional.
Poco después de finalizada la Copa del mundo, se llevará a cabo la sexta Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), quienes anunciarán la reescritura geoeconómica mundial más grande desde la Conferencia de Bretton Woods de 1944. Los países BRICS, de las cuales 4 están entre las 7 mayores economías del mundo, anunciarán la creación de un banco y el fondo de estabilización monetaria, similar a la del Banco Mundial y el FMI, pero con dos diferencias principales: no serán controladas por los Estados Unidos y sus operaciones serán principalmente en yuan, rublo, real y ruppee, con el objetivo de sustituir el dólar en las transacciones intra-BRIC y entre sus socios. El capital inicial del fondo de estabilización será el equivalente de US $ 100 billones y el Banco de los BRICS será $ 10 billones. Juntos, los BRICS tienen el mayor territorio, mayor población y mayor economía del mundo, en comparación con otros países de manera aislada. Además, ninguno de sus miembros tiene un proyecto imperialista y hegemonista como Estados Unidos y la Unión Europea. Con la creación del banco, el fondo y la sustitución del dólar, los BRIC afirmarán una alianza a favor de la multipolaridad en las relaciones internacionales. Ahora es más claro por qué las agencias europeas y estadounidenses están haciendo esta campaña contra la Copa Mundial en Brasil y militarmente contra Rusia y China.
La cultura brasileña es valorada en el mundo y el fútbol es parte de su identidad. La Copa del mundo debe ser un momento para difundir su riqueza natural y cultural, su desarrollo y sus avances recientes, su nuevo rol en el orden internacional,. Brasil es un país grande, tiene mucho que ofrecer al mundo y para esto hay que derrotar los ataques cobardes y mentirosos contra la Copa Mundial en Brasil. Mientras que los derechosos y los ultras atacan a Brasil, no sólo en fútbol, también su política, y su economía, los sectores progresistas, analizan los problemas nacionales y tratan de construir un país más justo, soberano y desarrollado, desde una visión crítica.
El Papa Francisco, saludó a la presidenta Dilma, y en relación al Mundial de Futbol señaló: "Para vencer es preciso superar el individualismo, el egoísmo, todas las formas de racismo, de intolerancia y de instrumentalización de la persona humana. Cuando somos “jugadores individualistas” en la vida, ignorando a las personas que nos rodean, toda la sociedad se perjudica."
El papa espera que, además de fiesta del deporte, la Copa Mundial pueda convertirse en la fiesta de la solidaridad entre los pueblos. También destacó que el deporte no es solamente una forma de entretenimiento sino, y sobre todo, un instrumento para comunicar valores que ayudan en la construcción de una sociedad más pacífica y fraterna. “Pensemos en la lealtad, en la perseverancia, en la amistad, en el compartir, en la solidaridad. De hecho, son muchos los valores y actitudes fomentados por el fútbol, que se revelan importantes no solo en campo sino en todos los aspectos de la existencia, concretamente en la construcción de la paz. El deporte es escuela de paz.”
¡POR LA LIBERACIÓN ECONÓMICA, CULTURAL
Y POLÍTICA DE NUESTROS PUEBLOS!
ENTREVISTA AL PAPA FRANCISCO*
* Henrique Cymerman, enviado especial Diario la Vanguardia, 12/6/2014
“Los cristianos perseguidos son una preocupación que me toca de cerca como pastor. Sé muchas cosas de persecuciones que no me parece prudente contarlas aquí para no ofender a nadie. Pero en algún sitio está prohibido tener una Biblia o enseñar catecismo o llevar una cruz... Lo que sí quiero dejar claro una cosa: estoy convencido de que la persecución contra los cristianos hoy es más fuerte que en los primeros siglos de la Iglesia. Hoy hay más cristianos mártires que en aquella época. Y no es por fantasía, es por números".
El papa Francisco nos recibió en el Vaticano –un día después de la oración por la paz con los presidentes de Israel y Palestina– para esta entrevista en exclusiva con "La Vanguardia". El Papa estaba contento de haber hecho todo lo posible por el entendimiento entre israelíes y palestinos.
La violencia en nombre de Dios domina Oriente Medio; Es una contradicción. La violencia en nombre de Dios no se corresponde con nuestro tiempo. Es algo antiguo. Con perspectiva histórica hay que decir que los cristianos, a veces, la hemos practicado. Cuando pienso en la guerra de los Treinta Años, era violencia en nombre de Dios. Hoy es inimaginable, ¿verdad? Llegamos, a veces, por la religión a contradicciones muy serias, muy graves. El fundamentalismo, por ejemplo. Las tres religiones tenemos nuestros grupos fundamentalistas, pequeños en relación a todo el resto.
¿Y qué opina del fundamentalismo?; Un grupo fundamentalista, aunque no mate a nadie, aunque no le pegue a nadie, es violento. La estructura mental del fundamentalismo es violencia en nombre de Dios.
Algunos dicen de usted que es un revolucionario; Deberíamos llamar a la gran Mina Mazzini, la cantante italiana, y decirle “prendi questa mano, zinga" y que me lea el pasado, a ver qué (risas). Para mí, la gran revolución es ir a las raíces, reconocerlas y ver lo que esas raíces tienen que decir el día de hoy. No hay contradicción entre revolucionario e ir a las raíces. Más aún, creo que la manera para hacer verdaderos cambios es la identidad. Nunca se puede dar un paso en la vida si no es desde atrás, sin saber de dónde vengo, qué apellido tengo, qué apellido cultural o religioso tengo.
Usted ha roto muchos protocolos de seguridad para acercarse a la gente; Sé que me puede pasar algo, pero está en manos de Dios. Recuerdo que en Brasil me habían preparado un papamóvil cerrado, con vidrio, pero yo no puedo saludar a un pueblo y decirle que lo quiero dentro de una lata de sardinas, aunque sea de cristal. Para mí eso es un muro. Es verdad que algo puede pasarme, pero seamos realistas, a mi edad no tengo mucho que perder.
¿Por qué es importante que la Iglesia sea pobre y humilde?; La pobreza y la humildad están en el centro del Evangelio y lo digo en un sentido teológico, no sociológico. No se puede entender el Evangelio sin la pobreza, pero hay que distinguirla del pauperismo. Yo creo que Jesús quiere que los obispos no seamos príncipes, sino servidores.
¿Qué puede hacer la Iglesia para reducir la creciente desigualdad entre ricos y pobres?; Está probado que con la comida que sobra podríamos alimentar a la gente que tiene hambre. Cuando usted ve fotografías de chicos desnutridos en diversas partes del mundo se agarra la cabeza, no se entiende. Creo que estamos en un sistema mundial económico que no es bueno. En el centro de todo sistema económico debe estar el hombre, el hombre y la mujer, y todo lo demás debe estar al servicio de este hombre. Pero nosotros hemos puesto al dinero en el centro, al dios dinero. Hemos caído en un pecado de idolatría, la idolatría del dinero. La economía se mueve por el afán de tener más y, paradójicamente, se alimenta una cultura del descarte. Se descarta a los jóvenes cuando se limita la natalidad. También se descarta a los ancianos porque ya no sirven, no producen, es clase pasiva… Al descartar a los chicos y a los ancianos, se descarta el futuro de un pueblo porque los chicos van a tirar con fuerza hacia adelante y porque los ancianos nos dan la sabiduría, tienen la memoria de ese pueblo y deben pasarla a los jóvenes. Y ahora también está de moda descartar a los jóvenes con la desocupación. A mí me preocupa mucho el índice de paro de los jóvenes, que en algunos países supera el 50%. Alguien me dijo que 75 millones de jóvenes europeos menores de 25 años están en paro. Es una barbaridad. Pero descartamos toda una generación por mantener un sistema económico que ya no se aguanta, un sistema que para sobrevivir debe hacer la guerra, como han hecho siempre los grandes imperios. Pero como no se puede hacer la Tercera Guerra Mundial, entonces se hacen guerras zonales. ¿Y esto qué significa? Que se fabrican y se venden armas, y con esto los balances de las economías idolátricas, las grandes economías mundiales que sacrifican al hombre a los pies del ídolo del dinero, obviamente se sanean. Este pensamiento único nos quita la riqueza de la diversidad de pensamiento y por lo tanto la riqueza de un diálogo entre personas. La globalización bien entendida es una riqueza. Una globalización mal entendida es aquella que anula las diferencias. Es como una esfera, con todos los puntos equidistantes del centro. Una globalización que enriquezca es como un poliedro, todos unidos pero cada cual conservando su particularidad, su riqueza, su identidad, y esto no se da.
La oración por la paz del domingo no fue fácil de organizar ni tenía precedentes en Oriente Medio ni en el mundo. ¿Cómo se sintió usted?; Sabe que no fue fácil porque usted estaba en el ajo y se le debe gran parte del logro. Yo sentía que era algo que se nos escapa a todos. Acá, en el Vaticano, un 99% decía que no se iba a hacer y después el 1% fue creciendo. Yo sentía que nos veíamos empujados a una cosa que no se nos había ocurrido y que, poco a poco, fue tomando cuerpo. No era para nada un acto político –eso lo sentí de entrada– sino que era un acto religioso: abrir una ventana al mundo.
¿Por qué eligió meterse en el ojo del huracán que es Oriente Medio?; El verdadero ojo del huracán, por el entusiasmo que había, fue la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro el año pasado. A Tierra Santa decidí ir porque el presidente Peres me invitó. Yo sabía que su mandato terminaba esta primavera, así que me vi obligado, de alguna manera, a ir antes. Su invitación precipitó el viaje. Yo no tenía pensando hacerlo.
¿Por qué es importante para todo cristiano visitar Jerusalén y Tierra Santa?; Por la revelación. Para nosotros, todo empezó ahí. Es como “el cielo en la tierra”, un adelanto de lo que nos espera en el más allá, en la Jerusalén celestial.
Usted y su amigo el rabino Skorka se abrazaron frente al muro de las Lamentaciones. ¿Qué importancia ha tenido este gesto para la reconciliación entre cristianos y judíos?; Bueno, en el Muro también estaba mi buen amigo el profesor Omar Abu, presidente del Instituto del Diálogo Interreligioso de Buenos Aires. Quise invitarlo. Es un hombre muy religioso, padre de dos hijos. También es amigo del rabino Skorka y los quiero a los dos un montón, y quise que esta amistad entre los tres se viera como un testimonio.
¿Cómo ve el antisemitismo?; No sabría explicar por qué se da, pero creo que está muy unido, en general, y sin que sea una regla fija, a las derechas. El antisemitismo suele anidar mejor en las corrientes políticas de derecha que de izquierda, ¿no? Y aún continúa. Incluso tenemos quien niega el holocausto, una locura.
¿Usted se siente aún como un párroco o asume su papel de cabeza de la Iglesia?; La dimensión de párroco es la que más muestra mi vocación. Servir a la gente me sale de dentro. Apago la luz para no gastar mucha plata, por ejemplo. Son cosas que tiene un párroco. Pero también me siento Papa. Me ayuda a hacer las cosas con seriedad. Mis colaboradores son muy serios y profesionales. Tengo ayuda para cumplir con mi deber. No hay que jugar al papa párroco. Sería inmaduro. Cuando viene un jefe de Estado, tengo que recibirlo con la dignidad y el protocolo que se merece. Es verdad que con el protocolo tengo mis problemas, pero hay que respetarlo.
Usted está cambiando muchas cosas. ¿Hacia qué futuro llevan estos cambios?; No soy ningún iluminado. No tengo ningún proyecto personal que me traje debajo del brazo, simplemente porque nunca pensé que me iban a dejar acá, en El Vaticano. Lo sabe todo el mundo. Me vine con una valija chiquita para volver enseguida a Buenos Aires.
Lo que estoy haciendo es cumplir lo que los cardenales reflexionamos en las Congregaciones Generales, es decir, en las reuniones que, durante el cónclave, manteníamos todos los días para discutir los problemas de la Iglesia. De ahí salen reflexiones y recomendaciones. Una muy concreta fue que el próximo Papa debía contar con un consejo exterior, es decir, con un equipo de asesores que no viviera en el Vaticano.
Ante el avance del ateísmo, ¿qué opina de la gente que cree que la ciencia y la religión son excluyentes?; Hubo un avance del ateísmo en la época más existencial, quizás sartriana. Pero después vino un avance hacia búsquedas espirituales, de encuentro con Dios, en mil maneras, no necesariamente las religiosas tradicionales. El enfrentamiento entre ciencia y fe tuvo su auge en la Ilustración, pero que hoy no está tan de moda, gracias a Dios, porque nos hemos dado cuenta todos de la cercanía que hay entre una cosa y la otra. El papa Benedicto XVI tiene un buen magisterio sobre la relación entre ciencia y fe. En líneas generales, lo más actual es que los científicos sean muy respetuosos con la fe y el científico agnóstico o ateo diga “no me atrevo a entrar en ese campo”.
Usted ha conocido a muchos jefes de Estado; Han venido muchos y es interesante la variedad. Cada cual tiene su personalidad. Me ha llamado la atención un hecho transversal entre los políticos jóvenes, ya sean de centro, izquierda o derecha. Quizás hablen de los mismos problemas pero con una nueva música, y eso me gusta, me da esperanza porque la política es una de las formas más elevadas del amor, de la caridad. ¿Por qué? Porque lleva al bien común, y una persona que, pudiendo hacerlo, no se involucra en política por el bien común, es egoísmo; o que use la política para el bien propio, es corrupción. Hace unos quince años los obispos franceses escribieron una carta pastoral que es una reflexión con el título "Réhabiliter la politique". Es un texto precioso hace darte cuenta de todas estas cosas.
¿Cómo le gustaría que le recordara la historia?; No lo he pensado, pero me gusta cuando uno recuerda a alguien y dice: “Era un buen tipo, hizo lo que pudo, no fue tan malo”. Con eso me conformo.
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El fútbol y la política no son áreas aisladas. De ahí que no resulte una sorpresa que Eduardo Galeano haya publicado "El fútbol a sol y sombra" en 1995.
Este libro rinde homenaje al fútbol, música del cuerpo, fiesta de los ojos, y también denuncia las estructuras de poder de uno de los negocios más lucrativos del mundo. "La tecnocracia del deporte profesional" -escribe el autor- "ha ido imponiendo un fútbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegría, atrofia la fantasía y prohíbe la osadía. Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad". Escribiendo este libro, el autor ha querido hacer con las manos lo que nunca pudo hacer con las piernas. Cuando era niño, Galeano quería ser jugador de fútbol, pero sólo jugaba bien, y hasta muy bien, mientras dormía.
Una obra que combina su estilo periodístico, literario y de análisis sensible y directo. A lo largo del libro el uruguayo aborda la esencia del juego, cuenta anécdotas y repasa pasajes fundamentales en la historia del fútbol mundial.
Galeano presenta pasajes cortos, como lo haría posteriormente en "Bocas del tiempo", metiéndose en la piel del aficionado y dejando entrever su profundo amor por una actividad que es tan desgarradora y emocional, como organizada y súper industrializada.
Pasando por parajes de sol y sombra, como aparecía en algunos boletos de antaño cuando el futbol - según se dice - era distinto, recordamos aquellas mariposas del primer amor, ese que nace con el primer ídolo, el primer gol y la primera derrota.
Eduardo Germán Hughes Galeano nació en Montevideo, Uruguay, el 3 de septiembre de 1940. En 1976 Videla dio un golpe militar y el escritor fue agregado a la lista de los condenados por los escuadrones de la muerte (grupos paramilitares), por lo que tuvo que exiliarse. En 1985 regresó a Uruguay, donde reside hoy día. Entre algunas de sus obras se encuentran: "Los días siguientes" (1963); "Las venas abiertas de América Latina"(1971); "Vagamundo" (1973), "Memoria del fuego" (1982-1986); "El libro de los abrazos" (1989), "El fútbol a sol y sombra" (1995) y "Bocas del tiempo" (2004). Está considerado como uno de los intelectuales más importantes de América Latina y es aficionado al futbol... parece entonces que los demás podemos estar tranquilos.
¿El opio de los pueblos?
¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales.
En 1880, en Londres, Rudyard Kipling se burló del fútbol y de «las almas pequeñas que pueden ser saciadas por los embarrados idiotas que lo juegan». Un siglo después, en Buenos Aires, Jorge Luis Borges fue más que sutil: dictó una conferencias sobre el tema de la inmortalidad el mismo día, y a la misma hora, en que la selección argentina estaba disputando su primer partido en el Mundial del ’78.
El desprecio de muchos intelectuales conservadores se funda en la certeza de que la idolatría de la pelota es la superstición que el pueblo merece. Poseída por el fútbol, la plebe piensa con los pies, que es lo suyo, y en ese goce subalterno se realiza. El instinto animal se impone a la razón humana, la ignorancia aplasta a la Cultura, y así la chusma tiene lo que quiere.
En cambio, muchos intelectuales de izquierda descalifican al fútbol porque castra a las masas y desvía su energía revolucionaria. Pan y circo, circo sin pan: hipnotizados por la pelota, que ejerce una perversa fascinación, los obreros atrofian su conciencia y se dejan llevar como un rebaño por sus enemigos de clase.
Cuando el fútbol dejó de ser cosas de ingleses y de ricos, en el Río de la Plata nacieron los primeros clubes populares, organizados en los talleres de los ferrocarriles y en los astilleros de los puertos. En aquel entonces, algunos dirigentes anarquistas y socialistas denunciaron esta maquinación de la burguesía destinada a evitar las huelgas y enmascarar las contradicciones sociales. La difusión del fútbol en el mundo era el resultado de una maniobra imperialista para mantener en la edad infantil a los pueblos oprimidos.
Sin embargo, el club Argentinos Juniors nació llamándose Mártires de Chicago, en homenaje a los obreros anarquistas ahorcados un primero de mayo, y fue un primero de mayo el día elegido para dar nacimiento al club Chacarita, bautizado en una biblioteca anarquista de Buenos Aires. En aquellos primeros años del siglo, no faltaron intelectuales de izquierda que celebraron al fútbol en lugar de repudiarlo como anestesia de la conciencia. Entre ellos, el marxista italiano Antonio Gramsci, que elogió «este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre».
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